Érase una vez una cabra que vivía en un piso
de la ciudad con sus siete hijos.
Como todos los días la mamá cabra, les
recordó a sus hijos que no debían abrir la
puerta, mientras ella estuviese fuera de casa, a desconocidos ¡Y MUCHO MENOS AL
LOBO!
Antes de salir de casa la mamá cabra le dio
el móvil al hijo mayor por si tenía que llamarla en algún momento.
La mamá cabra salía de su casa y justo el
lobo que había bajado a la ciudad en busca de comida, vio como los cabritillos
se quedaban solos en casa.
El lobo entró al portal y llamó al timbre de
la casa de los siete cabritillos:
¡Ding! ¡Dong! Abrid hijos míos
que soy vuestra madre-dijo el lobo.
-No, no queremos abrirte. Tienes
la voz muy ronca. Tú no eres nuestra mamá, eres el lobo.
Entonces el lobo bajo corriendo la farmacia y
se compró unas pastillas para aclarar la voz.
Volvió a subir las escaleras corriendo,
corriendo y volvió a llamar al timbre.
¡ Ding! ¡Dong! Abrid hijos míos
soy vuestra madre- Dijo el lobo con una voz muy fina.
El hermano mayor, que era muy listo, se asomó
por la mirilla y vio unos ojos muy grandes, unas orejas muuuuuuuy grandes y una
boca muchiiiiiiiisimo más grande.
Entonces el cabritillo se retiró asustado de
la mirilla y comenzó a gritar: ¡ES EL LOBO, ES EL LOBO!
El lobo lo escuchó y bajo corriendo las
escaleras para ir a una tienda de disfraces y comprar un disfraz de cabra.
Después se comprar el disfraz se lo puso en
el ascensor mientras subía al piso de los siete cabritillos.
Volvió a llamar al timbre.
¡Ding! ¡Dong! Abrid hijos míos
que soy vuestra madre- dijo el lobo
El hermano mayor volvió a mirar por la mirilla y les dijo
a sus hermanos: ¡ES MAMÁ! ¡ES MAMÁ!
Pero antes de abrir la puerta sonó el
teléfono y salió corriendo a descolgarlo. Al descolgarlo escuchó la voz de su madre que les decía:
-Hola hijos míos, ya he
terminado de hacer la compra, en unos diez minutos estaré en casa.
CONTINUARA...
¿QUÉ CREÉIS QUE SUCEDIÓ?
¿SEGUIRÍA
EL LOBO EN LA PUERTA?
¿ABRIRÍA
ALGUNO DE LOS HERMANOS LA PUERTA PENSANDO QUE ERA SU MADRE?
Esta es la versión que hemos realizado tomando como referencia el cuento original de los Siete cabritillos y el lobo.
Nos
gustaría que nos comentarais un final alternativo, con lo que vosotros pensáis
que puede suceder. En unos días os publicaremos el final que hemos pensado
nosotras para el cuento, hasta entonces deseamos recibir diferentes finales
para este cuento.
El cabritillo mayor, que tenía un móvil de última generación, mandó un whatsapp a su madre: "Mamá, el lobo está aquí, ven deprisa".
ResponderEliminarLa madre lo leyó asustada, y dejando todo por los suelos corrió hacia su piso, donde encontró al lobo atado y amordazado en una silla del salón. El cabritillo número cinco era un aficionado a los juegos de vaqueros en la PlayStation y le había echado, literalmente, el lazo.
Entre la madre y sus siete hijos llevaron al lobo a comisaría, donde fue arrestado por posesión de pastillas que aclaraban la voz y por allanamiento de morada.
Hola Elena y Paloma:
EliminarNos ha encantado vuestro final de nuestro cuento. Podemos comprobar que tenéis muy buena imaginación, y eso está muy bien para transmitírselo a los niños.
Los cabritillos sobresaltados dijeron a la madre:- mamá, acaba de sonar el timbre. La madre dijo:-¿Quien es, hijos míos? los cabritillos la dijeron: -no sabemos, es una tía vestida como tú con tu misma voz y con el mismo vestido que te has puesto esta mañana. La madre con dudas dijo:- miradle los pies, si los tiene peludos avisadme. Miraron y efectivamente tenía unos pies malolientes y peludos debajo de aquellos tacones de diseño. La madre dijo: Es mi amigo Lorenzo lobo que viene a ayudarme a ensayar una obra de teatro para el cumple de tu hermano Felipin. Abridlo hijos y decidle que llegaré en unos minutos. Así fue, le abrieron y les enseño la obra de teatro y fue muy agradable pasar la mañana con Lorenzo lobo. Os preguntareis que pasó con el lobo malísimo que se los quería comer….pues que después de tocar al timbre le entraron unas ganas terribles de ir al baño porque las pastillas para aclarar la voz le habían sentado mal. Mientras tanto el lobo bueno subía las escaleras tranquilamente.
ResponderEliminarHola Beatriz
EliminarEstamos sorprendidas de la gran imaginación que tienes. Nos ha gustado muchísimo tu final. Esperamos que nos sigas en el blog y nos aportes ideas tan originales como este estupendo final.
Muchísimas gracias
Hola Bea y María,
ResponderEliminarMe encanta esta visión renovada que estáis dando a los cuentos de siempre. Resultará muy enriquecedora y llamativa para los más pequeños.
Un saludo, Xenia.
Hola Xenia,
EliminarMuchas gracias por seguirnos en el blog. Continuaremos publicando nuestras propias versiones de los cuentos y esperamos que te sigan gustando.
Un saludo.